Felipe Lecea nació en Alsasua en 1925. Hombre emprendedor y tremendamente activo, llevó adelante con éxito una gran variedad de proyectos a lo largo de su vida.
Debido a la enfermedad de Alzheimer que padeció su esposa conoció de primera mano la dura realidad de esta enfermedad, así como los múltiples retos y necesidades a los que se enfrentan las familias en su día a día.
Por todo ello, en marzo de 1993 Felipe Lecea constituye la fundación a través de la cual se crea el Centro de día de la Clínica Josefina Arregui, que en la actualidad continúa prestando sus servicios a los adultos mayores del Valle de Sakana.
El enorme esfuerzo e ilusión de Felipe Lecea impulsaron un rápido desarrollo del proyecto, con progresivas ampliaciones estructurales y nuevos servicios, que convirtieron a la Clínica Josefina Arregui en lo que hoy es, una institución que cuenta con una Unidad de Hospitalización, un Centro de día Psicogeriátrico y un Servicio de Consultas Externas dirigido al tratamiento de trastornos psicogeriátricos.
Para Felipe era fundamental que el proyecto formara parte de la comunidad y trabajó para estar vinculado al sistema social y sanitario de Navarra, objetivo alcanzado a través de los conciertos con el Servicio Navarro de Salud (Osasunbidea) y con el Departamento de Derechos Sociales del Gobierno de Navarra a través de la Agencia Navarra de Autonomía y Desarrollo de las Personas (ANADP) vigentes, y dentro de los cuales se llevan a cabo múltiples actividades de colaboración institucional.
Más allá de cualquier logro, el principal legado de nuestro fundador es la ilusión de todos los que trabajan en la Clínica Josefina Arregui por el cuidado y la calidad de vida de nuestros ancianos.
La Fundación-Clínica Josefina Arregui fue creada por Felipe Lecea desde el dolor pero también desde el cariño. El dolor por el diagnóstico que recibió su mujer, Josefina Arregui, no impidió que Felipe, una persona especialmente activa y emprendedora, dejase un último legado marcado por el cariño. Apesadumbrado por una enfermedad que alejaba a su mujer de su mente, quiso rodearse de los mejores profesionales para crear una clínica en su lugar de nacimiento -Alsasua- que cuidase con la mayor sensibilidad a las personas que sufren todo tipo de demencias.
En esta historia personal no solo está el origen de la Fundación-Clínica Josefina Arregui, también se encuentran los valores que reflejan su razón de ser. Felipe quiso que Josefina viviese con la mayor dignidad durante sus últimos años de vida; un valor, el de la dignidad, que nos confiere a todos una razón de ser como personas e individuos a pesar de las circunstancias en las que nos encontremos. Asimismo, también quiso establecer un modelo de atención que cuidase de las personas a múltiples niveles para, sin olvidar la historia personal de cada individuo, buscar su bienestar y mantener su autonomía. En momentos especialmente sensibles para toda persona y sus familiares, la Clínica Josefina Arregui no busca atender un paciente sino cuidar de una persona que todavía puede mantener fortalezas que es preciso encontrar y a la que hay acompañar y cuidar con la mayor dignidad. Si bien la clínica podría tener un nombre más impersonal, es Clínica Josefina Arregui porque un nombre evita el olvido y, en este caso, la historia personal de una pareja mantiene palpitando una serie de valores que guían el trabajo de la fundación.
En una obra del escritor alemán Hermann Hesse -Elogio de la vejez-, se puede leer lo siguiente: “Envejecer no es simplemente un desmontar y marchitarse; como cualquier estadio de la vida tiene sus propios valores, su propio encanto, su propia sabiduría”. Así, la Fundación-Clínica Josefina Arregui persigue la búsqueda de estos valores positivos y el acompañamiento de la persona para que su vida sea lo más digna y agradable posible.
Joseba Arregui Pabollet
Presidente del Patronato de la Fundación-Clínica Josefina Arregui