Los síntomas de la depresión en los ancianos son diferentes a los de personas más jóvenes.
Una depresión puede causar pérdida de autonomía, inestabilidad de la marcha y caídas, por lo que puede ser necesario un tratamiento rehabilitador.
Una depresión puede simular una demencia, y viceversa. Siempre debe ser estudiada.
Si un adulto mayor tiene una depresión necesita un tratamiento y, en muchos casos, un ajuste de sus medicaciones habituales.